
Como un resplandor de hojas secas
es tu mirada enamorada y silenciosa
en el cauce de mis ojos.
Allí, retozan las aves de tu pelo
y en la humedad espesa
bañan sus sueños
los habitantes laboriosos de
nuestra cansada esperanza.
Me miras y sé que el universo
hizo un nudo de nuestros cuerpos
que tus brazos tornaron ansiosos los míos
que tus muslos echaron a volar
como tijeretas en alas de los muslos míos
y que entre tu pecho y mi pecho
hay un surco sembrado y fértil
en el que cosechan amor
los desamparados cuando están tristes.
Hay tantos amores que no tienen el amor
que tú y yo tenemos…
Ojalá de los árboles que nos habitan hace tiempo
saquen los que luchan por lo que aman
leña sincera para el fuego de sus anhelos…
Cedhot Arias
05/08/2009
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