
Me miraste y creiste
en las lenguas de fuego
que de mis ojos brotaban...
No soy un Dios
no quiero que me adores
no te inclines ante mi
como si mi presencia
fuera una con el destino
Levántate
deja que caigan una a una
todas las costras secas
de mi infernal abrazo
Deja que los vientos
levanten vuelo
desde el sudado
escondite de tus cabellos
deja que todos crean
en este huracán que nos envuelve
Un millón de rumores
arrastras a tu paso
mientras el agua que brota de mis manos
apaga el incendio que había
en tu vientre
Cedhot Arias10/03/2009 12:47 p.m.
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Tus Palabras...