Lagrimas en la piedra / Por Cedhot Arias

Imagen: Joseph Berardi


Vengo de regreso amor
aún siento en mis parpados
el frío canto del rocío nocturno
Vengo llegando amor
con las costillas adoloridas
con los pies cansados
y un aguacero de llanto contenido
¿Ves amor mis uñas sucias?
¿mis rodillas hinchadas?
puedo colocar mis delgados dedos
uno a uno sobre los delgados
huesos de mi pecho.

Cuando partí estabas en la puerta
hoy te consigo en la cocina
colando el día en el primer café
lo veo subir por las paredes
regarse en el patio
como un canto de gallo
vengo amor desde la noche
de la vereda oscura en la que
habité por años.
El día es tan claro hoy
el día es tan potente
el sol es como un millón 
de cuchillos en mis pestañas.
Pero estoy contento.

Nunca antes me hizo tan feliz
esta tristeza. Que estas lágrimas
sirvan para limpiar las retinas
que corran un rato por el borde
de mi nariz y goteen 
limpiamente hasta el piso.
Que estas lagrimas sean como
un cincel sobre la piedra dura
que abran surcos infinitos
en la piel nueva.
Vengo dispuesto a la vida amor.

Vengo desde una tristeza que dolía.
Vengo amor a tu regazo
me arropo en el aroma limpio
de tu vientre. 
Estoy naciendo amor para ti
y duele. 

Lunes 19 de febrero de 2018

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